Luiz Henrique de Castro, de 25 años, y Guilherme Taucci Monteiro, de 17 años, fueron los dos jóvenes que este miércoles conmocionaron a Brasil, luego de ingresar armados a una escuela primaria de San Pablo y matar a 8 personas, para luego suicidarse.
Ambos han sido sindicados como exestudiantes de la escuela y se investigan las motivaciones que los habrían llevado a ejecutar este tiroteo, poco habitual en Brasil y que abrió el debate sobre la posesión de armas.
A un día del trágico incidente, se van conociendo nuevos detalles de los agresores, como el hallazgo de un cuaderno de anotaciones en el auto en el cual De Castro y Monteiro llegaron a la escuela.
“Si mandas a tu ejército a atacar, aunque sea débil, si lo haces rápido el enemigo no tendrá tiempo de defenderse”, dice una de las anotaciones del cuaderno, que además cuenta con varias ilustraciones de armas de fuego, menciones a videojuegos o tácticas de guerra.
“Cuando estés caminando por territorio abierto, no molestes a nadie.Si alguien te molesta, pídele que pare. Si no para, destrúyelo”,también aparece rayado en el cuaderno, citando a una supuesta biblia satánica.
En el otro cuaderno se ven anotaciones de reglas escolares: “Está prohibido usar el celular en clases”, “no se puede fumar” o “hay que colaborar con la organización”.
Bullying y videojuegos
Hasta el momento, la policía no ha confirmado si las anotaciones fueron escritas por ambos tiradores o sólo por uno de ellos.
En la misma línea, se desconocen los motivos sobre el accionar de ambos jóvenes. La madre de Monteiro, Tatiana Taucci, dijo a la televisión brasileña que su hijo abandonó el colegio luego de repetidos episodios de matonaje en su contra.
“Bullying, creo que lo llaman (…) El dejó de ir al colegio a causa de eso”, comentó emocionada.
Algunos minutos antes del ataque, Monteiro publicó más de 20 fotos en su página de Facebook, incluidas varias donde aparecía con un arma y otra en que mostraba el dedo medio apuntando a su cabeza, mientras miraba hacia la cámara.
De Castro y Monteiro eran vecinos, ambos eran indicados como jóvenes normales y solían jugar videojuegos juntos, consigna un reportaje del diario brasileño Folha de Sao Paulo, que retrata el perfil de ambos.
Ambos se conocieron en la infancia y, desde entonces, siempre andaban juntos.
“Eran niños normales. Decían buen día, buenas tardes, buenas noches. No usaban drogas”, señala un vecino del sector. “Nunca noté algún rasgo que indicara que podían tener este tipo de comportamiento. Estamos todos en shock”.
Solían acudir a una LAN House del barrio (cibercafé especializado para ‘gamers’ muy populares en Brasil), donde siempre fueron vistos como chicos normales, aunque solían hablar y gritar durante las partidas, hasta que una dependiente del lugar observó que uno llevaba un colgante con una esvástica y desde entonces eran vistos con cautela.
De Castro y Monteira quedarán grabados como los protagonistas de una de las mayores matanzas en una escuela de Brasil, siendo los responsables del asesinato de cinco estudiantes de entre 15 a 17 años, dos funcionarios del colegio, de 38 y 59 años, y el propietario de un lavadero de autos, de 51, abatido por los agresores antes de irrumpir en la escuela.
