Personal de la Brigada Investigadora de Robos (Biro) de la PDI de Copiapó detuvo a un hombre de 38 años, imputado de transgredir la ley de control de armas y explosivos por tener en su poder 1.253 diferentes tipos de fuegos artificiales. Además los efectivos policiales detuvieron a un hombre y una mujer (57 y 61) acusados de contrabando, ya que tenían 145 cartones y 140 cajetillas de cigarros de origen boliviano adquiridos en el comercio informal.
En primer lugar, los detectives efectuaban diligencias en Avenida El Chañar con calle Ramón Carnicer, de la capital regional, donde sorprendieron a un hombre que portaba una caja con un millar de fuegos artificiales de diferentes modelos, las que habían sido compradas en el comercio informal.
Por otra parte, en el centro de la ciudad, específicamente en calle Chacabuco donde funcionan diferentes locales comerciales, una mujer fue sorprendida vendiendo cigarros de marcas Canival, Pine y Change, productos originarios de Bolivia.
“En ambos casos se procedió a la detención de los imputados por tratarse de infracciones a la normativa legal. Primeramente los fuegos artificiales están prohibidos y su comercialización representa un peligro para quienes los adquieran”, señaló el jefe de la Biro local, subprefecto Claudio Hidalgo.
El subprefecto Hidalgo agregó que “se decomisaron cigarrillos que de origen ilícito, producto de contrabando y cuyo contenido no ha sido supervisado por autoridades sanitarias chilenas, con el consecuente riesgo para la salud de los consumidores”.
En el caso de los artefactos pirotécnicos, éstos serán trasladados hasta el Laboratorio de Criminalística de la PDI en La Serena, en tanto que los cigarrillos serán enviados a Aduanas de la ciudad de Chañaral.
