Ayer miércoles Colo Colo dio el primer golpe en una de las semifinales de Copa Chile. El cuadro dirigido por Pablo Guede derrotó por 1-0 a Universidad Católica, resultado que los deja con una leve ventaja de cara a la revancha del próximo miércoles en el Monumental. Pero el duelo no sólo dejó la victoria colocolina que se vivió en la cancha de San Carlos de Apoquindo, sino que también una serie de hechos antes, durante y después del clásico entre albos y cruzados en el recinto precordillerano. El dispar recibimiento a los ex técnicos Como es habitual, mucha gente que en algún momento estuvo ligada a un club se ve en los estadios a la hora de disputarse un partido importante. Y ayer no fue la excepción. Casi una hora antes que se iniciara el duelo, el ex DT de Colo Colo, Héctor Tapia, llegó a San Carlos para ver el encuentro entre dos de los cuadros donde además militó como futbolista. Sin embargo, y pese a haber defendido la camiseta cruzada, su presencia pasó desapercibida y ningún fanático se le acercó. Por el contrario, la llegada del otrora técnico de Católica, Mario Lepe, sí generó una respuesta en los fanáticos, quienes no dudaron en pedirle una fotografía, un autógrafo o simplemente felicitarlo por lo hecho en la UC.
La mesura del presidente de Universidad Católica Pese a la derrota sufrida ayer ante Colo Colo, los cruzados aún tienen chances de seguir avanzando en la Copa Chile y además siguen firmes en la disputa por el título en el Torneo de Apertura. Sin embargo, Juan Tagle, timonel de Cruzados, prefirió mantener la calma frente ambos escenarios al asegurar que «es complejo, porque si pierdes hoy puedes quedar desconcentrado para el próximo partido». Ahora los cruzados deberán reponerse a la caída y pensar en Universidad de Concepción para no perder el foco en el bicampeonato, lo que según el propio Tagle es el primer objetivo. La solitaria salida de Nicolás Castillo a la cancha en San Carlos Una particular situación se vivió en el recinto precordillerano minutos antes de que arrancara el compromiso, al momento en que los elencos debían salir al terreno de juego. Mientras que el cuadro albo salió en grupo a la cancha, en la UC sorprendió que el delantero, y capitán en esta oportunidad, de los cruzados saliera sólo corriendo desde el túnel hacia el sector cercando a donde se ubica su barra. El atacante recorrió buena parte del campo antes de darse cuenta que sus compañeros aún no habían salido del túnel, aunque luego salió el resto del grupo para unirse en el saludo a los fanáticos. El interrumpido minuto de silencio Antes de comenzar el encuentro, por los altoparlantes se solicitó un minuto de silencio para homenajear a Armando Tobar, ex futbolista que defendió la camiseta de Universidad Católica y que falleció el pasado viernes. Sin embargo, no todos los presentes respetaron la solicitud, puesto que algunos hinchas cruzados aprovecharon el espacio para emprenderlas contra un jugador de Colo Colo.
Así es. Mientras la gran mayoría de los presentes en San Carlos guardaba silencio en homenaje a Tobar, algunos fanáticos lanzaban duros insultos hacia Esteban Paredes, quien sólo miraba al piso e ignoraba las groserías que bajaban desde las tribunas. Los proyectiles a Garcés, el más pifiado por la barra de la UC Desde que los equipos salieron a calentar en la cancha de San Carlos, se notó claramente quién era el jugador menos querido por los hinchas presentes en el recinto de Las Condes. El meta de Colo Colo, Paulo Garcés, se llevó las pifias generalizadas de los forofos cruzados, quienes no perdonan al meta formado en la precordillera haber pasado por sus dos máximos rivales. De hecho, cada intervención del parralino producía una rechifla que bajaba desde todas las tribunas al unísono, aunque no sólo cayeron pifias e insultos para el guardametas, sino que también cayeron varios proyectiles cerca de su portería durante el segundo tiempo del partido.
El afectuoso abrazo de Martín Rodríguez y Claudio Baeza con Mario Salas Si bien el encuentro entre Universidad Católica y Colo Colo mostró mucha rudeza y pierna fuerte dentro del terreno de juego, también hubo espacio para los reencuentros. Antes que se iniciara el segundo tiempo, Colo Colo fue el primer equipo en salir a la cancha. Por el otro lado, Mario Salas salió al campo antes que sus jugadores, momento que dos elementos del plantel albos aprovecharon para ir a mostrarle su afecto al hoy estratega cruzado. Martín Rodríguez y Claudio Baeza se fundieron en un cariñoso abrazo con el «Comandante», puesto que al primero lo dirigió durante su paso por Huachipato, mientras que al segundo lo tuvo bajo su mando mientras fue técnico de la “Roja” Sub 20 en el Mundial de Turquía 2013. La «burlesca» celebración de Claudio Baeza El partido entre Universidad Católica y Colo Colo fue apretado desde principio a fin. Es por ello que los albos festejaron con todo el golazo de Claudio Baeza que terminó por darles el triunfo en la primera semifinal de Copa Chile ante los cruzados. Y el joven defensor albo lo celebró con todo. Tras el perfecto disparo que significó el único tanto en San Carlos, el zaguero se cruzó frente al sector donde estaba ubicada una buena parte de la hinchada local moviendo su mano y haciendo un irónico gesto de «más o menos», tras su gran conversión. El festejo generó el repudio de los cruzados, quienes le gritaron de todo al jugador albo. Pero a Baeza no le importó. El defensa terminó su carrera triunfal frente al sector donde se encontraba un pequeño grupo de fanáticos colocolinos, quienes festejaron a rabiar el golazo. Bromas del plantel albo al «goleador» Baeza Finalmente, el tanto de Claudio Baeza terminó por darle una importante victoria a Colo Colo en las semifinales de Copa Chile ante la UC, lo que fue motivo de festejo en el camarín albo. De hecho, después de terminado el partido, los jugadores comenzaron a salir de a uno de los vestuarios, donde varios lanzaban bromas tras ser consultados por cómo vivió el defensor su conquista. «Lo hizo súper mal», lanzaba entre risas Luis Pedro Figueroa, para que más tarde Julio Barroso se uniera señalando que «no digan que fue gol, díganle que se equivocó». El ánimo entre los pupilos de Guede estaba de lo mejor tras la victoria.
