Debido a la pandemia por el Covid-19, nuestro país debió tomar estrictas medidas sanitarias para controlar la expansión del virus. A nivel global, las fronteras comenzaron a cerrarse y en Chile no fue la excepción, cesando el trabajo de los pasos fronterizos, tales como San Francisco, que se ubica en la Región de Atacama.
Con el paulatino retorno a la normalidad, el trabajo migratorio comenzó a realizar sus funciones poco a poco. Por esta razón, a partir del mes de enero el Complejo Fronterizo San Francisco volvió a abrir sus puertas, donde detectives del Departamento de Migraciones y Policía Internacional (Demig) de la Policía de Investigaciones de Copiapó, iniciaron nuevamente la labor policial de controlar a las personas que ingresan y salen de nuestro país.
El Jefe de la Región Policial de Atacama, prefecto inspector Hugo Haeger, visitó las instalaciones que se ubican a más de 3.700 metros de altura en la ruta que une los países de Chile y Argentina. En compañía del delegado presidencial regional de Atacama, Cristhian Fuentes; el Jefe de la III Zona de Carabineros de Atacama, general Jorge Muñoz; más representantes de instituciones que son parte del trabajo migratorio como Aduanas y el Servicio Agrícola y Ganadero.
“La visita al Complejo Fronterizo San Francisco tiene por objetivo conocer el estado de las instalaciones considerando el retorno a las funciones migratorias, y preparándonos para el mes de marzo, donde el control de personas que salen e ingresan del país volverá a ser diario. Analizamos en terreno el estado del Complejo y proyectamos mejoras que puedan ser un beneficio para los funcionarios de todas las instituciones que trabajan acá, así como también para quienes transitan desde Chile a Argentina y viceversa. San Francisco es un paso muy importante, uno de los más transitados, y con unos paisajes espectaculares en la ruta que une a ambos países”, señaló el prefecto inspector Hugo Haeger.
Actualmente, el Complejo Fronterizo San Francisco se encuentra operativo los días lunes y jueves, esquema que ha utilizado durante los meses de enero y febrero, con un flujo de 200 a 400 controles diarios. Para el mes de marzo, se proyecta volver a trabajar diariamente, y retomar la actividad migratoria habitual.