Desde el primer embarque de concentrado de cobre en enero de 1995 y su inauguración oficial en febrero del mismo año, el puerto limpio mecanizado Punta Padrones de Minera Candelaria, ubicado en la Bahía de Caldera, se ha caracterizado por ser una instalación que opera con altos estándares de seguridad, eficiencia y protección ambiental.
Hoy tras 28 años de operaciones, este terminal portuario se proyecta hacia el futuro con una gestión caracterizada por el cumplimiento de los estándares de seguridad aplicables a instalaciones de este tipo y avalada por un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) certificado desde 1999 y también por un Sistema de Gestión de Energía (SGE) certificado desde 2021.
El equipo de trabajo del Punta Padrones está liderado por Marcia Soto, subgerenta de operaciones Puerto y Planta Desalinizadora -la primera mujer que ocupa este cargo en la historia de la compañía- y está integrado por 50 profesionales que, entre otros logros, han completado 10 años sin incidentes registrables.
La prioridad de este equipo es seguir mejorando la gestión en seguridad y mantener el estándar de las instalaciones; en lo operacional, es estar siempre preparados para responder a todos los requerimientos del proceso productivo; y en lo humano, es seguir cultivando la cultura de minería responsable y los valores corporativos, que marcan la hoja de ruta para todos los equipos de trabajo de la compañía.
PUERTO SEGURO Y SUSTENTABLE
En su diseño, precursor e innovador para la década de los ‘90, Punta Padrones consideró instalaciones automatizadas y encapsuladas que hoy lo sitúan como uno de los puertos más eficientes para el embarque de concentrado de cobre.
Estas características han permitido que este terminal marítimo cuente con las certificaciones ISO 14.001, de Sistema de Gestión Ambiental; ISO 45.001, de Seguridad y Salud Ocupacional; ISO 50.001, de Sistema de Gestión de Energía; World Ports Climate Iniciative (WPCI), guía de cálculo de huella de carbono y Código internacional ISPS, que establece un estándar para la seguridad y protección de instalaciones portuarias.
Punta Padrones tiene dos infraestructuras principales (edificios de descarga y de almacenamiento) que operan con diferencial de presión negativa, es decir, cuentan con colectores de polvo que evitan la salida de partículas de concentrado hacia el medio ambiente. Asimismo, todas las correas transportadoras están encapsuladas, lo que impide el contacto del material con el exterior.
Para las labores de embarque, el puerto cuenta con un cargador móvil (shiploader), que se desplaza a lo largo del barco evitando tener que mover la nave, lo que hace más eficiente el carguío. Además, está provisto de un chute telescópico de cuatro cuerpos que se interna en la bodega del barco.
Del mismo modo, el chute telescópico tiene instalado en su extremo un repartidor de carga que gira en 360°, permitiendo distribuir uniformemente el material en las bodegas durante las labores de carguío, además esta tarea la realiza un operador desde la cubierta del barco, a través de una consola de control remoto. Todo el sistema de cargador y chute telescópico cuenta con colectores de polvo, lo que disminuye significativamente la posibilidad de emisión de partículas durante el proceso de embarque.
Para vigilar la eficacia de las labores de transporte y embarque de concentrado, en el puerto Punta Padrones se desarrolla permanentemente un Programa de Monitoreo y Vigilancia Ambiental, que considera aspectos relacionados con la vida marina, sedimentos y calidad del agua, así como material particulado MP10 y variables meteorológicas, entre otras, que son reportadas periódicamente a las autoridades pertinentes.
Desde el primer embarque en la motonave Capetan Tassos en enero de 1995 y hasta la fecha, Punta Padrones ha atendido a 931 naves y embarcado más de 16 millones de toneladas de concentrado de cobre.