Al menos 35 muertos y 850 detenidos deja una semana de disturbios y protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, según un balance presentado este lunes por organizaciones defensoras de derechos humanos.
«Tenemos la cifra corroborada, con nombre, apellido, sitio y presuntos responsables, de 35 personas asesinadas en el contexto de manifestaciones» desde el pasado lunes, dijo Rafael Uzcátegui, director de la oenegé Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea).
En rueda de prensa, Uzcátegui denunció además ocho «ejecuciones extrajudiciales» después de las movilizaciones opositoras, en operativos en zonas populares. Responsabilizó por ello a agentes del FAES, fuerza policial de acciones especiales.
Marco Ponce, coordinador del privado Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), precisó a la AFP que la mayor cifra de fallecidos se ha registrado en Caracas (10), seguido por los estados Bolívar (8) y Portuguesa (4).
Por su parte, el director de la ONG Foro Penal, Alfredo Romero, cifró en 850 los detenidos en el marco de las protestas, 77 de ellos menores de edad.
Romero alertó que las autoridades han realizado allanamientos en «casas de familias pobres, sin ningún tipo de orden judicial», para hacer arrestos.
Con las detenciones en protestas, el Foro Penal eleva a 976 el número de «presos políticos» en Venezuela.
Las tensiones políticas se recrudecieron en el país después de que Juan Guaidó, jefe del Parlamento de mayoría opositora, se proclamara presidente interino con el reconocimiento de Estados Unidos y buena parte de los países de América Latina. El Congreso declaró previamente a Maduro como «usurpador».
Las protestas estallaron el lunes, cuando 27 militares sublevados y ya detenidos robaron armas y se atrincheraron en un cuartel, entre llamados de la oposición a la Fuerza Armada, cuyo alto mando declara «lealtad incondicional» a Maduro, para que lo desconozcan.
Guaidó convocó a una manifestación el miércoles para exigir a la Fuerza Armada que quite el apoyo a Maduro y el sábado a una gran marcha en reclamo de elecciones.
El agravamiento de la pugna coincide con la peor crisis económica en la historia moderna del país petrolero, con hiperinflación proyectada en 10.000.000% por el FMI para 2019 y escasez de alimentos y medicinas.