Encontrar dientes fósiles dispersos de los nueve superpredadores del Neógeno, es algo frecuente en todos los yacimientos marinos del mundo, debido a la rapidez con que estas especies cambiaban sus piezas. Sin embargo, la coexistencia en un mismo sitio de estos animales es algo muy poco común, más si se trata del tiburón blanco y los extintos megalodón y mako de dientes anchos, entre otros.
Pues bien, hace millones de años, cinco especies de estos gigantes marinos dominaban las costas de Caldera, en Atacama, gozando de la gran biodiversidad que presentaba el lugar, según han revelado las excavaciones paleontológicas realizadas en el Parque de Los Dedos, un museo al aire libre que permite retroceder millones de años, para observar más de 70 especies de fósiles y réplicas espectaculares como el Pelagornis chilensis, una de las aves prehistóricas más grandes.
“Hasta el momento hemos identificado cinco de las nueve especies conocidas a nivel mundial. Este registro único es solo una parte de los resultados de la excavación y el estudio geológico que el equipo del proyecto FIC del Gobierno Regional y la Universidad de Atacama está desarrollando en el Parque”, explica Enrique Bernárdez, investigador de la Universidad de Atacama.
El experto agrega que tales hallazgos “contribuirán al posicionamiento a nivel internacional de Los Dedos como una de lugares de mayor interés geológico global, respaldará el posicionamiento de la región como un referente mundial en patrimonio geológico y geoturismo, y reforzará la propuesta de un Geoparque de la Red Global UNESCO para el desierto y costa de Atacama”.
El peligro y amenazas de extinción de los tiburones actuales, era muy distinta a sus antepasados en el Neógeno, período geológico que transcurrió hace 23 a 5 millones de años, donde destacaba el más grande depredador marino de todos los tiempos, el megalodón que podría haber superado, los diecisiete metros de longitud. Este animal tenía como presas fundamentalmente grandes mamíferos marinos y, probablemente, participó en una competencia evolutiva con las ballenas, haciendo que aumentara su tamaño y su resistencia a aguas frías.
Descubrimiento en España
Las investigaciones de Bernárdez en Atacama no son lo único, el científico de la UDA, descubrió una nueva familia de tiburones a través del estudio de restos fósiles encontrados en la zona de Asturias en España, y cuyos resultados fueron publicados recientemente en la pRevista Científica Annales de Paléontologie.
“Se buscó incrementar el conocimiento de la paleo diversidad que existió en el período de estudio, hace unos 95 millones de años, en lo que los geólogos llamamos el Cenomaniense y descubrimos una nueva familia de tiburones (…) Se trata de tiburones fósiles que se llegan a conocer a partir de sus dientes, una especie de un tamaño intermedio, del margen de uno o dos metros, que se ha ubicado con seguridad en lo que es el sur de Europa”.
Bernárdez agregó que “el descubrimiento de nuevas especies fósiles de tiburones es bastante común, pero una familia nueva es algo bastante más inusual, la última vez que se había descrito una nueva familia fue en el 2010”.
Sus investigaciones, en el marco de su tesis doctoral- “aportan más datos al conocimiento de la paleo diversidad y es posible que a finales de este año empiecen a salir las primeras publicaciones como resultado del trabajo en la UDA”, explicó el paleontólogo
Al respecto, el vicerrector de Investigación de la UDA, Hugo Salinas, valoró estos estudios, pues “permiten reconstruir a la perfección la forma de seres vivos que habitaron en épocas pasadas. Pero no solamente esto, como se sabe, esta región está sufriendo cambios meteorológicos importantes, y este tipo de investigaciones podría ayudar a reconstruir los ecosistemas donde se han encontrado restos fósiles que podrían develar las condiciones climáticas.
